Mar en calma y al despacho del dire…

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Si cada semana esperamos con gran emoción el momento de soltar el ancla e iniciar el viaje, los niños y las niñas de tres años del Clara Campoamor esperábamos especialmente ansiosos la navegación marcada en el mapa para esta pasada semana. El destino sería el despacho de Dani y Marta, nuestro Director y nuestra Jefa de Estudios, así como la Sala de Maestros, lugares que, por lo desconocidos que son para nosotros y a veces intimidatorios, logran despertar un especial interés. Si bien alguno había acudido en ocasiones puntuales a visitar a Dani, no con muy buenas expectativas, ésta vez lo haríamos desde un punto de vista positivo y muy divertido. Así, el pasado jueves y recién llegados de casita nos colocamos nuestros gorros para emprender un viaje que, aunque corto, nos haría disfrutar de lo lindo. Con Diego capitaneando el gran barco llegamos al despacho de nuestro Director. Dani, muy simpático, nos mostró cada detalle de ese pequeño pero importantísimo lugar: tablones repletos de papeles, tablas de sustituciones, carpetas con documentos, ordenadores, telefonillo que abre la puerta principal (probando-1probando-2) e incluso detalles personales especiales, como la foto de sus preciosísimas hijas. Dani nos mostró una mini máquina muy útil y divertida: el Dymo, artilugio con el que nos creó una etiqueta de Tribu de los Navegantes y que ya decora nuestro Cuaderno de Bitácora. Desde el despacho intentamos también ponernos en contacto con Raúl, el Secretario del centro, otra persona muy importante en el día a día del cole, pero su teléfono estaba ocupado. La que sí nos acompañó fue Marta, a quien hasta ahora solo conocíamos en su faceta de profe de Audición y Lenguaje. Marta nos enseñó algunos contenidos de su ordenador personal como las listas del alumnado de Educación Infantil y esperó con nosotros para comprobar nuestra euforia al recibir, de manos de Dani, una marca en nuestras manitas con el sello del centro, detalle que nos divirtió y que hizo que rogásemos a la profe no lavarnos las manos ni siquiera antes del aperitivo. Por si el sello no hubiera sido suficiente Dani nos agasajó con unos coloridos globos con pajita para inflar que no sabemos si nos gustan más por la posibilidad de hincharlos así o por las pedorretillas que a veces producen (vídeo 1vídeo 2vídeo 3). Lo cierto es que tener un Director, una Jefa de Estudios y un Secretario como los del Clara Campoamor nos hace sentir los niños y las niñas más afortunados del universo, sentimiento que, estamos seguros, comparten las profes y los profes del cole.

Si bien a las diez de la mañana Dani tuvo que despedirse de nosotros para dar clase a sus alumnos, la visita no habría acabado pues nos quedaba por conocer la Sala de Maestros. Guiados por nuestra profe Naza vimos la gran mesa donde todos los maestros del centro se reúnen para tomar decisiones importantes, para evaluarnos, etc. También descubrimos que a los profes les gusta tomar café en el poquito rato que a veces les queda libre afrontando así con energía el resto de la jornada y hasta pudimos convertirnos en profes por un rato tomando asiento cual maestros del Clara Campoamor hablando sobre el comportamiento de las alumnas y de los alumnos de tres años.

Ya casi dando el viaje por finalizado, y después de dedicar un enorme aplauso a Denís quien, espontáneamente, decidió dejar todas las sillas tan arrimadas y ordenadas como nos las encontramos, pudimos conocer también el cuarto de la fotocopiadora. Descubrimos el funcionamiento de esta máquina tan importante en el centro, observamos los ordenadores que allí se encuentran y descubrimos el truco del material brillante de clase: la plastificadora.

Habiendo dedicado al tour más tiempo del que solemos utilizar pero dándolo por bien aprovechado dada la magnitud del mismo regresamos a clase para iniciar la asamblea como si de cualquier otro día se tratase pero con el recuerdo más que reciente de una actividad que, como todas las que componen nuestro Proyecto de Tribus Exploradoras, nos estimula, divierte y nos permite aprender activamente y atribuyendo significado a todo lo que vemos y manipulamos. Deseando que estas jornadas viajeras no acaben nunca os enviamos un saludo con gran oleaje. (Fotografías).

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