Se comentaba por el Clara Campoamor que los navegantes de tres años habían descubierto un nuevo país lleno de magia y colorines. Un lugar donde aprender a hablar correctamente se convierte en un juego y en continuadas sonrisas en grupo. Cuando, pegando la oreja al suelo, los integrantes de la tribu india Las Letras recibimos esta información, deseamos subir inmediatamente a lomos de nuestros caballos para descubrir, pacíficamente, ese mágico lugar. Sin embargo esto no sería fácil dado que no contábamos con información ni del terreno ni de la ruta a tomar. Curiosamente la profe Ana, de la que nuestro amigo Huesitos nunca se olvida, nos sugirió explorar una zona específica de la sala de juegos donde, tal vez, hubiese algo para nosotros. Allí nos dirigimos sin perder tiempo descubriendo un nuevo mensaje donde nuestro magnífico amigo nos proponía un nuevo destino, ese lugar del que tanto nos habían hablado: la clase de Audición y Lenguaje.
El pasado viernes y, por supuesto, con nuestros tocados de plumas, conocimos ese gran lugar de mano de nuestra profe Marta. Matasuegras, instrumentos musicales variados y propios de las mejores tribus indias, pipas de la paz con bolitas mágicas o velitas fueron solo algunos de los elementos que llamaron inmediatamente nuestra atención y que fuimos invitados a descubrir y manipular. La profe nos explicó muchas actividades que en su pequeñita pero encantadora aula se realizan, así como la funcionalidad de los elementos conocidos para ayudar a niñas y a niños a pronunciar y articular mejor los distintos fonemas de nuestra lengua. Igualmente recibimos un recuerdo de manos de Marta: el precioso dibujo que podemos utilizar de marcapáginas de la que llamamos Señora Nariz. Si bien el territorio no era tan amplio como para una danza en grupo lo hubiésemos hecho sin dudarlo dada la alegría que nos produce siempre descubrir lugares y gente tan maravillosa como en este país descubrimos.
Sin saber aún cual será el próximo destino que Huesitos se ha propuesto presentar pedimos a las nubes y a la tormenta que todos los lugares que descubramos a partir de ahora sean, por lo menos, la mitad de motivadores que lo ha sido el de esta pasada semana. Con la mano bien en alto nos despedimos al tiempo que dejamos descansar a nuestros blancos caballos… (Fotos de la exploración).