AÑA – Tribus Exploradoras – C.P. Clara Campoamor- Riaño (Langreo)

Pertenecer a una tribu siempre entraña una gran responsabilidad pero si además esa tribu es del cole Clara Campoamor debemos garantizar que siempre esté a la altura de todas las circunstancias. Es por ello que las niñas y niños de Educación Infantil, cuatro años, formados en la tribu india Las letras y siempre inspirados por nuestro querido Huesitos, decidimos que no habría mejor destino para la exploración de esta semana que el gimnasio del cole, aprovechando así para ejercitar nuestra mente y nuestro cuerpo por igual. Aunque la expedición nos resultó atractiva en sí misma mejoró a cada momento dado que allí nos esperaban, en la mañana de ayer, las niñas y los niños de cuarto de primaria y el profe Raúl para realizar una sesión de Educación Física acompañada de múltiples sorpresas y juegos variados. Lo cierto es que no perdimos el tiempo: Realizamos, por supuesto, un calentamiento previo del cuerpo (mover cabeza, brazos, piernas, manos..) Después nos agrupamos en parejas con los niños y las niñas mayores para desplazarnos siguiendo las indicaciones de Raúl. Luego llegó el turno de los divertidísimos juegos (el espejo, la sombra, lanzamiento de balones, la cuatro esquinas…)

Ya un poquito cansados pero sin que los ánimos decayesen ni un ápice visitamos el cuarto de material, pequeñito y misterioso. Además de satisfacer nuestra curiosidad aprendimos nuevo vocabulario: sticks, raqueta, badminton, picas… Desmostramos también lo ordenados que somos, garantizando que el material quedase de igual modo que lo encontramos.

La visita al gimnasio fue más que exitosa y, además de divertirnos, nos permitió tener una visión de futuro al más puro estilo indio americano: el tiempo pasa volando y muy pronto seremos nosotros y nosotras los que, ayudados por grandes profes como Raúl, participaremos en esas clases que hoy nos parecen tan impresionantes: las de primaria.

Si bien en esta ocasión Huesitos se está haciendo de rogar y decidió no dejar la tan esperada nota enfocada a la siguiente exploración, intuimos que con su decisión trama algo que nos sorprenderá aún más y que logrará de nuevo captar toda nuestra atención, ¡es tan bromista!

Con un gran abrazo indio de una saludable tribu y unas divertidas fotografías de recuerdo nos despedimos hasta la próxima salida en grupo… ¡HAO!

A pesar de que en la clase de tres años de Educación Infantil del cole Clara Campoamor aún no conocemos a fondo a Cristóbal Colón, estamos seguros de que no se pasó su trayecto a las indias descansando. Es lo que ocurre en nuestro barco de Grandes Navegantes, que nunca perdemos de vista el siguiente destino a descubrir. En la mañana de ayer, justo como marcaba nuestro Mapa de Ruta, decidimos colocarnos el sombrero y seguir a nuestro capitán Enol para descubrir un lugar que, aunque se preveía pequeñito, supusimos tendría más magia que cualquier otro: La clase de Marta, nuestra profe de Audición y Lenguaje.

Situada en un rinconcito del segundo piso no nos costó encontrar el aula, aunque reconocemos que la palabra Logopedia sobre la puerta nos despistó. Sin embargo, y con una emocionante acogida, pronto nos adentramos sin miedo en ese pequeño mundo. Una vez allí no paramos de asombrarnos con los múltiples, coloridos y divertidísimos objetos que, según nos explicó la profe Marta, ayudan a niños y niñas y también a los adultos a pronunciar y articular mejor. Así pudimos manipular divertidos elementos como las trompetas, el juego que decidimos llamar la bolita mágica o el aparato usado para ejercitar la expansión torácica, fantásticos para aprender a respirar adecuadamente. Unos divertidos molinos de viento hicieron nuestras delicias y las de las profes los cuales, al tiempo que visualizábamos a Caperucita Roja recoger flores en el campo, se convirtieron en nuestras margaritas de primavera (flores1, flores2). Los momentos mágicos no terminaron aquí y la profe Marta, con ayuda de Arantxa, nuestra profe de música, nos descubrió entonces los pomperos, esos botecitos que, estamos seguros, fueron inventados para hacernos la vida más feliz (pompas1, pompas2, pompas3). Ya para relajarnos y asimilar que no podríamos quedarnos para siempre en ese mundo feliz que es la clase de AL, la profe nos mostró algunos de los cuentos que trabaja con las alumnas y con los alumnos que asisten a su clase. La preciosa historia de un avioncito llamado Totó y una nube buena dibujó una sonrisa en el rostro de todos nosotros y nos dejó con ese agradable sabor de boca que no perderemos en mucho tiempo. Como recuerdo de esta preciosa exploración Marta nos agasajó con unos divertidos marcapáginas símbolo de este viaje didáctico y maravilloso.

El regreso fue tranquilo y sin oleaje, aprovechando en todo momento para recordar todas y cada una de las mágicas experiencias vividas en Logopedia que ocuparán una página de honor en nuestro Cuaderno de Bitácora, al igual que lo hicieron nuestras expediciones anteriores por cada lugar oculto del Clara.

Con el reflejo de tantas emociones nos retiramos a nuestros camarotes lanzando un beso muy fuerte al gran azul…

El jueves pasado las indias y los indios de la tribu Las Letras, formada por el grupo de cuatro años del cole Clara Campoamor, nos fuimos a casa llenos de ilusión de cara a la exploración que tendría lugar esta semana en nuestro cole: ¡conoceríamos la biblioteca! Después de mucho planificar el viaje y convertidos en verdaderos indios americanos cargados de plumas nos dirigimos en el día de hoy a nuestro ansiado destino para, una vez allí, explorar las distintas zonas: conocimos la parte dedicada a Educación Infantil, a Primaria, pudimos comparar los distintos cuentos según etapa y descubrimos libros informativos fuente de conocimiento en mil y un aspectos de la vida. Del mismo modo escogimos un cuento entre todos que leeríamos en grupo: Cuando nace un monstruo, historia que nos entretuvo y divirtió y que nos llevó a escoger mini- libros e intercambiarlos entre nosotros. Después, ayudados por la profe Ana comparamos la biblioteca y nuestra aula habitual, estableciendo claras diferencias entre ambas, sentándonos en el suelo después adoptando, claro está, la habitual postura y ordenación circular que, como indios que somos, solemos mantener. Una vez acomodados la profe nos propuso, dado que el ambiente inspiraba a ello, inventar un cuento, algo que hicimos a partir de una enorme lluvia de ideas que nos permitió diseñar un título, dar vida a determinados personajes e imaginar un sorpresivo final, acompañando también un reflejo gráfico de una escena del cuento que dejaríamos colocado en la biblioteca como recuerdo de nuestra excitante exploración. Nuestro cuento narra la historia de un gran monstruo que llega a casarse con la profe Ana, con lo que os desvelamos desde ya el final tan feliz con el que cuenta.

Como ya es habitual, no nos despedimos del lugar sin antes buscar y encontrar una nueva misiva de nuestro amigo Huesitos, encargado de informar del siguiente espacio a conocer así como del próximo Jefe Indio a liderar la expedición. Tras leerla con total atención descubrimos también un nuevo regalo de nuestro esqueleto detallista: ¡un collar de plumas para adornarnos en las exploraciones! El collar nos permite además poner nuestro nombre indio en las plumas, algo que, como tribu Las Letras, nos interesa más que ninguna otra cosa, permitiéndonos incluso pasar lista en la asamblea!

Si en todos los niveles de Educación Infantil el proyecto de Valnalón resulta más que exitoso, en la clase de cuatro años se ha convertido en el elemento más motivador que podría haber surgido, manteniéndonos diariamente interesados, estimulados, animados y muy muy expectantes ante el siguiente paso que, como afianzado grupo que somos, daremos en  compañía de nuestras compañeras y compañeros. Mientras tanto un recuerdo del viaje por el sendero de la biblio…

Dicen los grandes viajeros que regresar de un viaje hace desear con más fuerza el siguiente y debe ser cierto pues a medida que los niños y las niñas de tres años vamos descubriendo nuevos rincones del cole ansiamos continuar explorando. Por ello, aunque la pasada semana fue cortita, no nos olvidamos de soltar el ancla y lanzarnos a un nuevo destino: la clase de primero de primaria. Así en la mañana del viernes y con Claudia como capitana, nos ataviamos con nuestros gorros y la maleta de viaje y nos dirigimos a esa clase de la que nos habían contado maravillas, ¡incluso que tenía una tele! El recibimiento fue increíble, cálido y divertido. La profe Lucía nos invitó a sentarnos y pidió a los alumnos y a las alumnas que se presentasen. Nosotros hicimos lo propio y a partir de ahí escuchamos como Lucía nos explicaba todo lo que tenían en la clase y las actividades que se llevaban a cabo. Después recibimos dos enormes sorpresas: Por un lado tuvimos la suerte de que las niñas y los niños de primero nos leyesen un cuento a cada uno y por otro lado estos magníficos chicos y chicas nos agasajaron con unas preciosas y observadoras casitas de papel donde se puede leer un precioso mensaje: Con mis ojos exploradores descubrí todos los rincones de la clase de primero.

Si bien los detalles que con nosotros tuvieron en esta bonita clase nos emocionaron aún tuvimos tiempo de explorar a fondo el aula en compañía de los mayores utilizando los elementos que guardamos en nuestra maleta del viajero: Usamos la linterna para buscar en lugares oscuros, el cepillo para analizar posibles huellas de dinosaurio, los prismáticos para disfrutar de las vistas, la brújula para orientarnos en el viaje de regreso… A pesar de que tanto trabajo nos dejó exhaustos aún nos quedaron fuerzas para retratarnos con los encantadores alumnos de primero y su maravillosa profe, fotografía que ya forma parte de nuestro Cuaderno de Bitácora donde recogemos todas las experiencias maravillosas que este proyecto nos ofrece.

El regreso fue tranquilo y rápido y nos dejó, además de un nuevo timón en el Mapa de Ruta, un gran sabor de boca y, por supuesto, el deseo de continuar viajando por los maravillosos parajes del colegio Clara Campoamor. ¡Descansen, marineros! (Fotos).

Desde que la Empresa Valnalón propuso ampliar su colaboración con el CP Clara Campoamor desarrollando interesantes proyectos también en la etapa de Infantil las niñas y los niños de la clase de cuatro años y la profe Ana nos pusimos manos a la obra. Si uno de los fines del proyecto sería la formación de una tribu exploradora tendríamos el trabajo adelantado pues en nuestra aula ya se constituyó una tribu a finales del primer trimestre, ¿lo recordáis? Aprovechando una actividad plástica de nuestros divertidos libros creamos nuestra tribu de indios americanos a la que denominamos Las letras, algo que dominamos y que nos llama la atención más que ninguna otra cosa. Pues bien, iniciado el segundo trimestre recuperamos nuestra bonita tribu y esos u otros tocados para constituir un grupo unido, intrépido y loco por conocer y explorar nuestro entorno cercano. A la tribu le dedicamos incluso una actividad en la fiesta de Carnaval: la realización de antifaces cargados de letras tan especiales como lo es nuestra reserva india.

La pasada semana, coincidiendo con la unidad del cuerpo humano en nuestra clase, nos trasladamos a la clase de cuarto de Primaria donde cuentan con material que nos permite profundizar en esta temática. Una vez allí, y recordando los huesos del cuerpo que ya conocemos, descubrimos a un personaje que nos llamó la atención y que, intuimos, será muy importante a partir de ahora para nosotros y para nosotras: Huesitos, el esqueleto del aula que nos atrajo hasta tal punto que decidimos darle ese nombre tan especial. Al día siguiente la profe Ana nos informó de que un amigo nuestro pensaba dejarnos una sorpresa en forma de carta escondida en nuestra clase y que quien la encontrase se convertiría en el Gran Jefe Indio cabeza de la siguiente exploración. Conocer esa noticia nos emocionó tantísimo que no dudamos en ponernos a buscar impetuosos. La afortunada descubridora del tesoro en forma de carta fue Enma y Aleida la persona que leyó para todos el misterioso mensaje. Dado que en la clase de cuatro años somos muy perspicaces enseguida conocimos al remitente: ¡nuestro amigo Huesitos! Igualmente supimos enseguida el primer lugar a conocer: ¡La clase de cuarto de Primaria! A partir de ese momento nuestra actividad se centró en crear un mapa indio donde escribiríamos los destinos marcados por nuestro amigo, trabajo en el que nos esforzamos tanto que el resultado fue propio de unos verdaderos artistas.

El gran día de nuestra visita fue esta mañana donde, sorprendidos, comprobamos lo encantadores que son en cuarto viniendo a recogernos a la puerta de nuestra clase. Una vez en su aula exploramos cada detalle sin perder de vista a Huesitos y desarrollamos unos divertidísimos juegos organizados en dos equipos: Tribu las letras y clase de cuarto. El fin de uno de los juegos era nombrar los huesos del cuerpo y todos demostramos lo mucho que sabemos de anatomía pues hubo un magnífico empate. Teniendo en cuenta que Huesitos nos acompañó en nuestra exploración supusimos que no se habría olvidado de dejar una nueva carta oculta en el aula así que, formando ahora parejas, retomamos la búsqueda. El dúo formado por Alejandro y Raul fue quien descubrió la nota de nuestro Huesitos donde se nos informó del destino para la próxima semana: ¡La biblioteca del cole!

Conocido el próximo lugar a explorar decidimos tomar el camino de regreso a clase pero sin olvidarnos de agradecer a la profe y los alumnos y alumnas de cuarto la gran acogida así como tomar prestados algunos objetos de recuerdo para nuestra cajita mágica: Un cómic, con el que conoceremos un nuevo modo de usar la escritura, un folio, una ambulancia y un autobús de juguete. Por si la actividad no hubiese sido lo bastante emocionante al llegar a clase descubrimos unos preciosos muñecos móviles de Huesitos para llevarnos a casa.

Si bien el proyecto no ha hecho más que empezar y aún nos quedan mil y una sorpresas interesantes, lo vivido a lo largo de estos días ha sido de lo más divertido y estimulante. Por todo ello queremos agradecer desde aquí el esfuerzo a todas las personas que de un modo u otro permiten que proyectos como éste puedan hacerse realidad.

Acostados ya en el interior de nuestro tipi nos despedimos con un caluroso HAO… (Fotos).

Que los niños y niñas de Infantil de cole Clara Campoamor no podemos estar sin hacer nada es algo que ha quedado sobradamente demostrado hasta el momento. Es por ello que a nadie le ha sorprendido que recién llegados de vacaciones nos hayamos embarcado (nunca mejor dicho y sabréis por qué) en un nuevo proyecto en colaboración con la empresa Valnalón. Son varios años ya los que el cole viene realizando actividades emprendedoras en colaboración con la empresa, formando una cooperativa en la que niñas y niños de Primaria desarrollan su sentido de la iniciativa y espíritu emprendedor a través del trabajo coordinado, obteniendo un producto final que ofrecer. Si bien somos uno de los pocos coles en los que esta importante colaboración se ha mantenido este año hemos ido más allá, ampliando la propuesta a todos los niveles educativos incluido, por supuesto, Educación Infantil.

El objetivo del proyecto en nuestra etapa es desarrollar un primer sentimiento de equipo e iniciativa emprendedora a través de una tribu exploradora con la que ampliar progresivamente nuestro contexto a partir de un trabajo colaborativo y coordinado. Esta tribu ha tomado distintas formas en los tres niveles: Los niños y niñas de 5 años se han convertido en unos temibles piratas que surcarán las aguas en busca de tesoros escondidos. En la clase de 4 años ha surgido una preciosa tribu india que, sentados en círculo y danzando a la lluvia, se han autodenominado Tribu Las Letras. En la clase de 3 años también hemos decidir embarcarnos en largos viajes marinos pero convirtiéndonos en grandes navegantes exploradores, cual Cristobal Colón o Juan de la Cosa. Esta pasada semana sirvió para sentar las bases de la nueva etapa que da comienzo. Así los niños y niñas de tres años comenzamos a sentirnos navegantes cambiando nuestra organización en tren por un gran barco que debemos mantener a flote. Así sabemos que si el barco se rompe podría hundirse, conocemos la importancia de remar a la vez y de desarrollar cada uno la tarea encomendada para llegar a buen puerto. Decidimos que nuestra exploración se va a centrar en el cole, donde todavía existen muchísimos lugares desconocidos para nosotros que nos encantaría explorar. Para ello contamos con un Mapa de Ruta en el que hemos marcado un viaje inicial que podrá ser modificado en función de las propuestas que vayan surgiendo, pudiendo llegar incluso a salir del cole como viaje final. En el mapa iremos marcando con un pequeño timón las zonas exploradas y reconocidas. Contamos igualmente con un kit explorador o maleta de viaje que nosotros estamos completando poco a poco con objetos que pudieran sernos útiles en nuestras exploraciones: una brújula, linternas, prismáticos, una libreta de anotaciones, bolsitas para tomar muestras, una pala para nuestras excavaciones… Además de estos materiales tenemos en clase el baúl de las ideas en el que diariamente iremos incorporando elementos motivadores relacionados con la navegación que poco a poco conoceremos: famosos navegantes, barcos importantes, un mapamundi…

Tan emocionados estamos con nuestro proyecto que a lo largo de esta semana ha tenido lugar la primera exploración. Nuestro destino: la biblioteca del cole. Después de recordar las normas del barco y las de la biblioteca y capiteados por Misael, nos colocamos nuestros gorros napoleónicos e iniciamos la exploración. Aunque el destino parecía desierto pronto aparecieron unos amigables alumnos de quinto curso que nos mostraron el funcionamiento del préstamo de libros. De la biblioteca nos llamó especialmente la atención la zona destinada a infantil cargada de libros maravillosos que pudimos hojear sentados en confortables cojines. Con el mar de nuevo en calma decidimos regresar a puerto dejando presente toda nuestra experiencia en nuestro Cuaderno de Bitácora, en el que además incorporamos una foto recuerdo.

Lo cierto es que fue un primer viaje fantástico que nos ha dejado con ganas de más. Si el barco sigue a pleno rendimiento iremos conociendo un nuevo destino cada semana, adquiriendo nuevos contenidos y disfrutando de nuevas experiencias que ampliarán progresivamente nuestro contexto y desarrollarán nuestro sentido de equipo y la capacidad de observación y análisis.

Con el ancla echada y a punto de retirarnos a nuestros camarotes nos despedimos con un gran abrazo marinero. (Fotos).